Durante el invierno llega el momento en el que se registran las temperaturas más bajas en todo el país, aunque no quisiéramos salir de casa o la oficina, en ocasiones no tenemos opción y debemos ir en el auto. Muchos conductores acostumbran a usar al máximo el climatizador y eso no trae beneficios. Varios expertos aseguran que la temperatura ideal para mantener dentro del vehículo son 22ºC. Se aconseja que se mantenga en un margen entre los 18ºC grados y los 25ºC grados.
Cuando conducimos, especialmente en los trayectos largos, con la temperatura próxima a los 22ºC, tenemos la capacidad de mantener la concentración en un nivel óptimo al volante. El encontrarse con temperaturas superiores a los 25ºC, nos puede ocasionar somnolencia, agudizar el cansancio y disminuir la concentración.


Atardecer

Es posible que no las necesites para ver el camino a esa hora, pero quizás sea más sencillo para otros conductores verte con las luces enciendidas, en especial si la puesta de sol sucede detrás tuyo y oscurece la visión del tráfico en sentido contrario.

Conviene revisar la regulación de las luces para aprovechar al máximo la parábola luminosa que crean sin deslumbrar a los demás conductores.

La vuelta a casa suele coincidir con el atardecer, el sol encadila.

Cuando la calzada se enfría cerca de los 0ºC debemos extremar las precauciones. En algunos vehículos se activan indicadores cuando la temperatura es inferior a los 4ºC. Es difícil predecir cuándo y dónde la ruta estará helada ya que en pocos metros las condiciones del asfalto pueden ser totalmente distintas en función de la humedad, exposición al sol, frecuencia de paso, etc. Por lo tanto el mejor consejo a seguir es recargar las precauciones sobre todo en caminos secundarios cuando la temperatura sea inferior a 4ºC y comportarse al volante como si estuviera cayendo un chaparrón.

Con nieve en la ruta será necesario conducir siguiendo ciertas pautas: mover el volante con suavidad, evitar los volantazos, reducir la velocidad y circular siempre con marchas largas para evitar perder tracción. Usar las marchas del motor como freno en vez del pedal. Además mantener la distancia de seguridad. Otra precaución que se debe tomar es evitar pisar huellas que han hecho otros vehículos, porque es en esos espacios donde más hielo se suele acumular.

De noche, la sensación luminosa, la agudeza visual y la capacidad de reconocer los colores se reducen debido a que los ojos y el cerebro tienen que hacer mayor esfuerzo para ser eficientes. Además, si hay algún objeto que esté oculto por la oscuridad, será casi imposible reconocerlo. Desconectarse puede ser un problema, se deben mantener los ojos en moviemiento, visualizando los lados del camino y revisando los espejos ocasionalmente para permancer alerta a los alrededores. Resistir el impulso de concentrarse en la línea divisoria del camino, no da suficiente información visual y puede hipnotizar u hacer que se pierda la concentración.